Manuales Rápidos 2: Cómo hacer un thriller veraniego de adolescentes gringos

Hola dragoncitos, el manual de hoy trata de una de las mayores creaciones intelectuales que el homo sapiens ha podido desarrollar en su historia sobre la tierra: El thriller de verano gringo, una obra de una delicadeza tal que ya quisieran Rafael, Miguel Ángel, Leonardo y Donatello volver del pasado reencarnados en anfibios mutantes para ver estas maravillas.

No, un momento.....

En fin, monos a la ubre.

1. El argumento.

A pesar de lo que podemos creer es una gran variedad de argumentos, todos se reducen a un esquema simple sobre el cual la "creatividad" del autor debe elaborar complejas permutaciones para alcanzar un resultado que se disfraza de originalidad para extraer el suficiente dinero:

-Un grupo de adolescentes, por regla general, bien proporcionados, dispuestos a pasar un buen rato y sin preocupaciones frívolas como pagar la renta, sobrevivir a una invasión kurda o, en general, dar algún tipo de servicio a la sociedad en la que viven. La película comienza con este grupo ejerciendo un complejo vals de integración social que incluye burlas hirientes, tensión romántica, insinuaciones (o si no le gusta irse por las ramas, pues de una vez mano a la presa) y por regla general, un coeficiente intelectual promedio de 70 o menos. La única excepción en este grupo que casi nunca se genera de forma espontánea en las sociedades humanas normales será la presencia de un sólo adolescente pensante, el cual por supuesto tendra una o más de las siguientes características:

-Feo
-Recién llegado
-Friki
-Estudiante de lo oculto, o
-Hijo del monstruo (véase posteriormente: monstruo).

- Dicho grupo de adolescentes deberá estar expuesto, usualmente de forma casual, a alguna forma de mal muy pura que queda a la imaginación del autor, algunas de las formas posibles de mal incluyen:
-La muerte.
-Una casa maldita.
-Un libro de conocimiento arcano
-Una tumba
-Maíz (Creepy)
-Fantasmas
-Árbitros de segunda división
-Un asesino serial al cual jamás le regalaron una pistolita.

El mal entonces engendra un monstruo, el "hombre del maletín" que lleva a cabo los designios oscuros de las fuerzas de ultratumba. La forma más obvia de generar un monstruo es utilizando una persona desfigurada de forma grotesca o algún animal que reside en los más profundos temores freudianos del público objetivo. Si no le gusta el cliché, entonces genere un monstruo por contraste: cualquier animal al azar que pueda comportarse violentamente sin previo aviso, o un ícono usualmente asociado a la ternura infantil. (Personalmente iba a sugerir el pato de bañera, pero descubrí que Tim Burton ya lo había usado en Batman, el muy bastardo...)

- Una vez que el mal y los adolescentes se juntan, la consecuencia es obvia: el mal hace lo que los padres de los adolescentes harían si pudieran y no fueran encarcelados, que es empezar a matarlos de formas imaginativas e innecesariamente elaboradas. La anticipación es lo más importante en estas películas, así que haga que los futuros difuntos estén constantemente expuestos a objetos peligrosos. De hecho todo objeto es potencialmente peligroso, solo tiene que hacer un close up y poner música de contrabajos en compases urgentes.

(chiiin, chiiin, chiiin, chiiin, CHAN CHAN CHAAAAAAN)

- Ya García Márquez lo descubrió en "Crónica de una muerte anunciada". Aquel que vaya a ser ejecutado por el monstruo oirá advertencias, verá signos en la naturaleza (o en la tele, ya que) tendrá mil razones para ir a otro lado, pero al final, en su condición de adolescente indestructible y falto de todo instinto de conservación, caminará casi alegremente hacia su muerte. Claro, una vez que la muerte se efectúe, el pobre diablo estará sorprendido. Obvio.

- En cuanto a los detalles de la muerte misma, como ya se mencionó, es innecesariamente elaborada. Nada de paros cardiacos, balazos, falla renal fulminante o algo por el estilo. La sangre debe estar involucrada, incluso si el deceso es muy rápido, debe haber suficiente sangre para reabastecer la cruz roja por una semana. (Más detalles de esto en: utilería). Lo mejor que se puede involucrar son objetos cortopunzantes, de ser posible, oxidados. Si la persona que va a morir es mujer, es preferible que el deceso ocurra en la ducha, o post-coito, o en cualquier situación en la cual el público varón tenga el suficiente tiempo para quedarse viendo como baboso. Nada genera tan efectivamente miedo en un hombre como un flujo masivo de sangre desde su entrepierna hacia sus pulmones.

-Conforme la película se desarrolla, el adolescente pensante, el cual, por supuesto, ha sido ignorado sistemáticamente a pesar de sus sesudas advertencias e ingeniosas observaciones ("si te metes a una laguna llena de pirañas a hacer el amor con Candy te podría pasar algo malo") empieza a tomar conciencia de que es el único que puede detener la espiral de violencia y muerte, el proceso de atar cabos lo llevará a descubrir las debilidades del monstruo y un plan empezará a ser urdido. Dicho plan no estará en posición de ejecutarse hasta que la pareja (delirio romántico, ganas de agarre, vacile, papa del locro, revuelque, lo que sea) del adolescente pensante se encuentre en peligro mortal. Entonces en un épico enfrentamiento final el monstruo y el adolescente exponen sus más íntimos secretos y, con las justas y contadas, el adolescente es capaz de explotar la vulnerabilidad del monstruo y provocarle una muerte pintoresca, y por lo general, muy ruidosa.

-La película termina con el adolescente pensante, feliz en compañía de su pareja, intercambiando secreciones de la forma que mejor le plazca al guionista. Pero justo cuando en una novela estándar saldría el letrero de "fin" acoplado sobre el ósculo final, debe aparecer algún signo indicando que el mal que creíamos erradicado permanece de alguna forma residual, listo para reclamar su venganza en una secuela, porque al final, el verdadero mal NUNCA DESAPARECE (mwahahahahaha).

2. Casting

El condumio de la película (literalmente) estará formado por adolescentes, como ya se mencionó, bellos, bien proporcionados e incapaces de mascar chicle y caminar al mismo tiempo. Deben carecer completamente de sentido común y su reacción condicionada ante el peligro será gritar a lo que den sus pulmones, incluso cuando el peligro se desplaza a medio kilómetro por hora.

El resto de personajes incluirá por ahí unos pocos adultos para los roles de relleno: padres, policías, carniceros, observadores inocentes y el ocasional anciano pervertido, para agregar sabor.

El monstruo puede ser prácticamente cualquiera, o puede haber muchos. Es posible que requiera un actor para este rol, está advertido.

3. Efectos especiales y utilería

Trate de conseguir una alianza estratégica con un fabricante de salsa de tomate, porque va a requerir mucha. Vaya dispuesto a invertir mucho en maquilllaje. Un par de objetos arcanos vendrían muy bien.

Casi todos los efectos especiales se invertirán en hacer de las muertes de los protagonistas algo memorable. 99% del esfuerzo creativo para este tipo de película está volcado a imaginar las ejecuciones.

4. Música

Este es un tema crucial, cualquier escena tiene el potencial de asustar si es que la música de ambiente crea el clima de miedo. Los Chelos y contrabajos son sus amigos, también la música infantil interpretada en claves graves o con suficientes disonancias para causar el éxtasis en un guitarrista de jazz. La música coral -en especial combinada con órgano de iglesia- es espectacular para el efecto. Si no se le ocurre nada mejor, invéntese como mejor pueda una variación de Carmina Burana o de Tocatta y Fuga.

No fue tan difícil, ¿verdad, mis dragoncitos? Y no lo olviden: lo importante es mantener la mente abierta y no internarse solo en bosques con lobos aullantes.